BCN GALLERY WEEKEND 23: EL FINAL DE UN CAMINO LLENO DE LUCES

19.09.2023

Hoy se pone fin a la que ha sido la novena edición del mayor encuentro entre coleccionistas y artistas en la ciudad. Durante estos tres días, las galerías se han convertido en verdaderos focos que, mediante charlas y visitas con el artista, han sabido presentarse al público como unos espacios más en la ciudad y donde compartir cultura.
Estrechamente relacionado con este propósito, la comisaria  Sara Catalán concibió para esta ruta el tema de deconstruir perspectivas heredadas, para así dar lugar a la renovación en los individuos. Si una palabra pudiera definir la muestra de Cesc Abad “Hay una luz que nunca se apaga”, y por consecuente al propio artista, sería la transmutación. Filosóficamente (rama que no pasa inadvertida en su platónica pieza La Caverna ), transmutar significa cambio de paradigma entre aquellas valoraciones que se heredan por la tradición, que causan resentimiento, y las nuevas perspectivas que cada ser humano construya para sí mismo. Es por este motivo que durante el recorrido quiso añadir un pequeño énfasis a su anterior serie del “El bosque” (2021); a través de una lámina presentó una primera versión de los personajes de la exhibición que ahora lucen cambiados. Es ya en este trabajo previo donde como artista decide indagar en la relación “hombre-naturaleza”. Irónico y con un estilo más editorial, esa incansable actividad dibujísta crea la cantera para sus humatics: humanos que viven en piloto automático.
A pesar del trasfondo tan reflexivo y sugerente de su obra, el quisó dejar claro que durante el proceso creativo la toma de decisiones es casi mínima, ya que se guía por la experiencia, las sensaciones de su obsesión por pintar. Este estrés que retrata al individuo moderno es el mismo que vivió durante los años donde no pudo ser honesto con o que realmente deseaba ser: un artista. La multiplicidad de brazos tan característica en sus composiciones es la materialización de ese querer hacer miles de cosas a la vez, enredando nuestro propio ser. La luz substituye a la naturaleza satírica que se encargaba de iniciar el debate interno en el hombre. Pesé a dicha evolución, Cesc decide no descartar algunas de sus soluciones plásticas vistas: un pájaro juez o la hibridación entre hombre y tronco. Este “Pepito grillo” alado que comenta, junto a la luz que emanan lámparas, soles o velas, son la síntesis del Conocimiento. Este atributo al que debemos estar a la cabeza de la pirámide animal, no siempre es utilizado con buenos fines. Cesc decide disenccionar esa dualidad en escenarios sin pretensión alguna. La luz del conocimiento deja un recorrido con momentos muy variados: una iluminación metafísica en la naturaleza de Revelation, la chispa que ilumina el erotismo de Happy Moment o el inocente engaño de Trick or treat.
Esta fuerte depuración de formas y texturas son el resultado de la ambición de mostrar una luz mayor, la de la conciencia universal. Una luz latente que pese a la artificiosa realidad (de la que el mercado del arte tampoco se escapa) consigue en un momento de inspiración alumbrar a los artistas y talvez por un momento, a alguien más. Galería Victor Lope desea futuros encuentros como estos para así seguir con su misión de hacer deslumbrar artistas emergentes como Cesc Abad, y amplificar su mensaje a todos aquellos que como en la caverna de plato se atrevan a ir más allá.