Entrevistando a Riccardo Nannini

24.02.2024

"La realidad no está tan alejada de las absurdidades de mis personajes."

nuestra realidad no está tan alejada de las absurdidades que cometen mis personajes.”

El artista italiano Riccardo Nannini ( Grosseto, 1980), tambien conocido como Cane desembarca este futuro 18 de enero con su nueva propuesta Las Islas Felices. Manteniendo el interés en la complejidad sociologica visto ya en sus anteriores trabajos,  Nannini decide aislar ahora los personajes en pequeños grupos creando asi microrealidades donde cuestionar quienes son.

Riccardo Nannini, El Reencuentro, 2023.

Sin duda la isla es un concepto rico en simbolismo y si alguien es el Robinson Crosoe de este rosado universo, es el propio Cane. Charlamos con el artista para averiguar de primera voz, cúal ha sido su própio viaje como artísta, sus fuentes de inspiración , y porqué no, alguna respuesta entorno a sus extravagantes alienigenas.

L- Hablemos un poco sobre tus inicios como artista. En tu trabajo encontramos ecos de diferentes disciplinas como el cómic, grafiti o el arte digital. ¿Qué crees que ha adoptado tu estilo actual de cada una de ellas?

R-Es cierto que, en mis inicios, había muchas influencias del cómic y de la estética DIY y también es cierto que he hecho algunas incursiones en el arte urbano, pero siempre volviendo y sin perder de vista la que desde el principio he considerado que es mi medio principal, la pintura. En cualquier caso, el leguaje del cómic, al ser más accesible y menos pautado, me ha servido para introducir el humorismo, que es muy característico de mi trabajo, y también para desarrollar una forma de narrar que aún es visible en estas últimas obras.

   

L- Me consta que actualmente estas trabajando en Barcelona, ¿Qué te está pareciendo la recepción de tu obra aquí? ¿Es muy diferente de otros lugares donde hayas sido expuesto?

R- En realidad, mi carrera artística empieza en Barcelona, así que siempre he sido muy consciente del espacio que ocupaba mi propuesta en la ciudad. Es decir, hay corrientes y estilos que son mejor aceptados en algunos lugares más que en otros; yo sé que mi trabajo tiene mucha cabida en EEUU, en particular en California, porque históricamente es ahí donde se desarrolla y se concentra el grueso de la escena Lowbrow. En Europa y en Barcelona, esta recepción ha sido lenta, pero parece que finalmente el mercado se está abriendo a este tipo de propuestas.

  L-Dado que la temática en tus obras pretende señalar aspectos de nuestra sociedad se te ha querido catalogar en el corriente New Contemporary, ¿Estás de acuerdo con dicha afirmación ¿O por el contrario te identificas aún al margen de lo teorizado al respecto? R- Aunque no me gusten las etiquetas, creo que lo que se identifica hoy en día con New Contemporary es tan amplio que, probablemente, mi trabajo pueda encajar en ella. En cualquier caso, nunca me ha preocupado especialmente vincular mi trabajo a una corriente o estilo en particular, aunque soy consciente de que encaja más dentro de unos términos que en otros.

Riccardo Nannini, Salvador Dalí Busker, 2023; Sergio Mora, Mercado Little Spain, New York, 2019.

  L- Alguno de los referentes que sí has querido mencionar al hablar sobre tu trabajo han sido los barceloneses Sergio Mora y Joan Cornellà. Observando tu obra, ¿Crees que consigues un equilibro entre lo real y utópico, o al igual que ellos, optas por el surrealismo pop?    R-Sergio Mora y Joan Cornellà son dos artistas que sigo de cerca desde hace tiempo, uno por la proximidad de la escena y otro por la afinidad del lenguaje. De Cornellà me interesan especialmente sus primeras obras, en las que aún no había texto, por cómo trabaja sobre la semiótica universal. Y de Sergio Mora, cómo rompió el rechazo al surrealismo pop en España, al fusionar esa estética del hot rod californiano con el folclore más castizo.                 L-Avancemos hacia tu yo más actual; tu nueva serie se titula “Navegantes, náufragos e isleños” y es precisamente en estos insolados terrenos donde dispones a tus personajes. Estos tienen un estado de enfado o exaltación que pasa desapercibido en primera instancia. Parte del atractivo de tu obra es que, pese a poder parecerse al grotesco Bosco, tus figuras no rezan a Dios, sino al dinero. Un sinfín objetos y marcas de lujo se disponen llamativamente en la escena. Explícanos que hay detrás de esta decisión.   R-El dinero, los objetos y las marcas, no tienen un significado de por sí, es decir, no son necesariamente protagonistas en mi narración; pero están ahí, como lo están en nuestra cotidianidad. Son literalmente accesorios que sirven para rellenar la escena.                                                                                                                                                                                                                                      L- Otro elemento que destaca por encima del resto es, pese a tu intención de retratar fielmente la actualidad, irrumpen en escena más de un alienígena. ¿Qué papel juega este personaje? ¿Guarda relación con la oleada conspiranoica que vivimos?  R-En mi trabajo siempre ha habido una gran componente autobiográfica de manera que, inevitablemente, toda la narración de mis obras se construía a partir de un sólo punto de vista -el mío- y de un sólo tipo de personajes –hombres-blancos-hetero-cis. Por eso, al tomar conciencia de ese sesgo, decidí introducir los alienígenas como forma de representar la otredad.  

Riccardo Nannini, Amateur vs Profesional, 2023.

L-Ahora bien, hay una serie de cuadros individuales que por lo contrario sí que se ciñen al mundo real. Superman, Einstein, Elvis... ¿Has decidido versionarlos dada a su papel en la cultura visual? ¿O los has escogido por un significado personal que los conecta entre sí?

Esta pregunta es cortesía de la autora, ¿Las extrañas acciones que realizan, tienen alguna metáfora escondida? 

R-La primera que se me podría ocurrir es la de Superman con el pájaro, ya que podría aludir a la mítica frase “¿Es un pájaro? ¿Es un avión?... ¡Es Superman! “

Desde mis primeras obras, he jugado con “cameos” de personajes famosos y de la cultura popular en mis obras, aunque yo siempre los he considerado como personajes disfrazados. En esta serie en particular sus acciones no tienen ninguna intención narrativa directa, pero hay quién hace este tipo de conexiones que comentas y está bien, al fin y al cabo, es el observador quién termina de darle significado.

       

L- Además de tu rica figuración, destaca también a nivel compositivo el color escogido de fondo: el rosa. ¿Esta decisión pretende remarcar tu intención de alienar el contenido satírico de tus cuadros? ¿O consideras que pertenece a tu vibrante paleta de colores? 

R-Al principio, como decía antes, mi estética estaba muy influenciada por el cómic underground, así que el blanco y negro eran predominantes en mi trabajo. Había muy poco color y eso generaba una cierta distancia con el observador.

El rosa y los colores vibrantes empiezan pues, como un recurso de seducción. Como en la publicidad, se trataba de crear escenarios de ensueño que atrajeran y atraparan al espectador. Y ese efecto ha acabado por atraparme a mí también, de manera que yo mismo, ya no puedo dejarlos.

       

L- Si continuamos con el tratamiento plástico, encontramos un gran sentido de planismo. Este tratamiento de los volúmenes guarda una conexión con la escena Lowbrow californiana de los 80, la cual también apuntaba esa cultura underground de la ciudad. ¿Crees que el dibujo más caricaturesco ayuda hacer una disección de nuestra naturaleza? ¿Tú mismo te sientes reflejado en la actitud y apariencia de alguno de tus personajes?

R-El planismo forma parte de mi lenguaje personal ya que deriva de mi formación como diseñador, por eso nunca me ha preocupado tratar los volúmenes tal y como se haría en la pintura clásica. Pero también he de confesar que, en realidad, es una carencia técnica, por eso, como se suele decir, he hecho de la necesidad virtud y he aprendido a trabajar con esta limitación. He aprendido a darle un sentido y, conscientemente, he hecho de ella un signo de distinción. En este sentido, podemos decir que mis trabajos son cosas que se parecen a cosas, no que quieren imitarlas, y ese caricaturismo ayuda a aligerar toda la narración de la obra, como en un dibujo animado; aunque se traten temas serios.

Riccardo Nannini, Superman and the bird, 2023.

L- Siguiendo con la estructura de esta entrevista, toca mirar al futuro. ¿Crees que actualmente ya has encontrado el estilo “Nannini” que mejor expresa tus inquietudes como artista? ¿Hay alguna técnica o estilo que quieras implementaren un futuro?  R-Cada vez que termino una serie o un proyecto más o menos grande, siempre pienso que he llegado a algo, esto es, a un nivel técnico o estético o a un estilo que voy a mantener durante un tiempo. Sin embargo, en cuanto me vuelvo a poner a trabajar, me doy cuenta de que es sólo un punto de partida hacia nuevos desarrollos. Aunque, de todas maneras, sí que creo que, llegados a este punto, he consolidado algunos aspectos de mi disciplina artística, no sólo a nivel estético, sino también conceptual, relacional o de reconocimiento.   L- Con el retrato descarnado que nos regalan tus cuadros, ¿Pretendes generar crítica o simplemente curiosidad?  R-Cuando mis personajes emprenden acciones, éstas se nos presentan como idiotas, locas o absurdas... en cualquier caso, fuera de lo “normal”. Pero lo que asumimos como normalidad es sólo una convención y, muchas veces, nuestra realidad no está tan alejada de las absurdidades que cometen mis personajes. Así, a través de un pequeño toque de humor o de una pequeña disrupción, intento generar nuevas conexiones, nuevos significados, que son el primer paso hacia nuevas reflexiones. Por lo tanto, supongo que es una curiosidad crítica lo que me gustaría generar.   L- ¿Crees que estas actitudes, al igual que ocurre en ocasiones con otras caricaturas como los Simpson son un presagio?  R- Más que un presagio las considero un oráculo. Me gusta pensar que las acciones de mis personajes son fruto del azar, en el sentido de que no pienso racionalmente en lo que voy a pintar, si no que esas acciones y relaciones surgen de forma automática. Como pasa en el tarot al tirar las cartas, las varias figuras se entrelazan entre sí de forma casual. Y, puesto que cada una de esas figuras representa un arquetipo, al relacionarlas entre ellas, originan una narración ancestral que cada uno aplica a su propria experiencia. Del mismo modo, podríamos decir que mis obras actúan como narraciones derivadas de unos arquetipos que cuentan a cada uno una historia que se entrelaza con sus propios deseos y vivencias.   L-Debes admitir que hoy en día es complicado que la gente observe y consuma el arte contemporáneo, en parte por un prejuicio entorno a su complejidad o elitismo de complicado o banal. Si pudieras hacer que un futuro visitante se fuera con tres ideas sobre tu muestra, ¿cuáles serían?
  1. Que el arte no siempre es algo grandilocuente, sino que puede ser cotidiano, divertido y ligero.
  2. Que las cosas se pueden conectar de otra manera; no tienen por qué seguir la linealidad a la que estamos acostumbrados.
  3. Que, al final, todo es un juego.