La evolución es una premisa que va ligada de forma intrínseca a la naturaleza humana y, como tal, la evolución artística de Cesc Abad es una premisa inevitable. Su esencia como artista ha estado caracterizada por su relación con la naturaleza. Sobre todo por la relación del hombre con la misma, sus acciones y comportamientos respecto a ella que tanto están cambiando el medio ambiente. Su obra anterior estaban llenas de bosques, de animales y de historias humanas. En ella quedaban reflejadas las pasiones, la guerra, la fe, la envidia, el amor y el sexo Se establecía una relación directa entre la especie humana y la animal. Ahora, Cesc Abad nos delieta con una nueva serie donde las formas han quedado más depuradas y la presencia humana es la que destaca.

Esta depuración de las formas lleva a la creación de unos personajes, tanto femeninos como masculinos, que se convierten en los protagonistas de sus obras. Nos muestran acciones cotidianas con un fondo sutilmente irónico y conceptual. Sus atributos físicos son una clara herencia de su etapa anterior, dado que hay partes de sus cuerpos que son troncos o ramas, o donde los ojos pueden ser pequeñas aves de colores vivos. Cabe destacar la importancia de las luces y sombras. Funcionan como accesorios de las figuras protagonistas que, como el ciclo del día y la noche, nos recuerdan constantemente la delicada armonía que existe en el mundo natural.

La naturaleza sigue estando presente en su trabajo como el objeto que ha sido desarticulado de su medio y es, ahora, el objeto protegido del ser humano. Un ser humano que acaba de dar forma a sus historias decorándolas y, en algunas ocasiones, juzgándolas. A través de la obra de Cesc Abad, trascendemos los confines de nuestra existencia cotidiana y nos adentramos en un reino de posibilidades infinitas. En cada pincelada, Cesc nos descubre nuestra capacidad para iluminar el mundo y encontrar la verdad en medio de la oscuridad. Así, la luz y la sombra, la caverna y la humanidad, la naturaleza y los personajes, se entrelazan en una sinfonía artística que refleja nuestra propia búsqueda de significado.